En el caminar estamos marcando el pulso, pero es importante aclarar que un movimiento más orgánico es posible cuando podemos percibir que entre un tiempo y el que le sigue se encuentra un contratiempo. Veamos su representación en la grafía musical:
Obsérvese el contratiempo sobre un compás de cuatro tiempos.
Veamos representado el contratiempo sobre pulsos:
La palma, en diálogo con los pies, nos ayuda a reconocer este contratiempo. Mecánicamente se podría decir que el levantar de los pies coincide con el ataque de las palmas. Esa corchea al “aire” está de alguna manera implícita en el levantarse de los pies, y las palmas, en definitiva, no hacen más que reconocer eso. En el video 1.5 se puede observar cómo se articulan estos movimientos. Podrán ver que ejecuto lo mismo a diferentes velocidades. Como venimos diciendo, practicar a diferentes tempi resulta de gran importancia en el desarrollo de cada contenido.
VIDEO 1.5 – El contratiempo
La aparición de la voz será a través del rol del parámetro que reconoce a los otros dos. Así, mientras los anteriores parámetros están interactuando, es decir, pulso en los pies y contrapulso en las manos, la voz tendrá la función de reconocer a cada uno, siendo encargada, pues, de dar cuenta de las ocho corcheas del compás. Para ello nos valdremos de la cuenta presentada anteriormente, que expresa los cuatro pulsos del compás numéricamente intercalados por el vocablo “y” en el contratiempo de cada tiempo:
Tenemos, pues, a nuestros tres ejes en funcionamiento. Naturalizamos estas ideas/movimientos, esta percepción, permaneciendo en ellos durante un período de tiempo que nos permita concientizar los diferentes planos puestos en juego, a diferentes tempi, jugando con diferentes dibujos de marcación espacial con los pies, empleando diferentes timbres en las manos, es decir, ampliando el ejercicio valiéndonos de nuestra creatividad. Esta idea nos acompañará a través de todo el libro, que busca ser una puerta para el desarrollo de las propias ideas.
Luego, sobre la misma base de pies y manos, la voz comienza a reconocer solamente los pulsos, expresando la cuenta numérica.
Por último, la voz pasa a reconocer los contratiempos, diciendo el vocablo “Ta” en unísono con la ejecución de las manos.
Una vez que estamos confortables en cada instancia, comenzamos con una dinámica de transición en la voz, pasando de una cuenta hacia las otras. Recordemos que trabajamos con tres ejes. La idea consiste en que mientras dos ejes se mantienen fijos, el tercero transite las diferentes posibilidades establecidas. Realizaremos esto siguiendo la secuenciación en forma de ciclos, que pueden ser: cuatro repeticiones de cada cuenta, luego pasar a tres, dos y una. Con este mecanismo buscamos desarrollar y profundizar una capacidad de adaptación cada vez más rápida, flexible y fluida al cambio.
Veamos gráficamente cada opción de secuenciación, aclarando que el orden será: cuenta de la división (Un Y Dos Y Tres Y Cua Y), cuenta de la pulsación (Un Dos Tres Cua), y cuenta del contratiempo (- Y – Y – Y – Y)
Secuencia 4
Secuencia 3
Secuencia 2
Secuencia 1