3.4 Sobre la voz y posibles variaciones. Superposición de ciclos de semicorcheas

Recordemos que el parámetro que mantiene la cuenta, en este caso la voz, puede realizar su función describiendo diferentes elementos. Hemos comenzado por la subdivisión, es decir, la totalidad de los eventos rítmicos presentados en este plano, que hemos expresado a través de la cuenta numérica o de fonemas del Konnakol. No obstante, también podemos expresar un único evento de cada tiempo. 

Aquí surge como primera opción la de expresar los pulsos del compás, ante lo cual, como ya vimos, podremos recurrir a esos mismos tipos de cuenta numérica o por fonemas. Por ejemplo en un compás de 4/4, podríamos realizar la serie de desplazamientos ascendentes de las semicorcheas manteniendo la cuenta de “un – dos – tres – cua” para los pulsos del compás y la ejecución de los pulsos en los pies: 

Luego podríamos fijar las otras semicorcheas del pulso. Veamos la misma secuencia, pero ahora fijando la cuenta en la segunda semicorchea de cada pulso, que expresaremos con el fonema “Tha”. 

A continuación se muestra la misma rutina, sólo que ahora fijando la tercera semicorchea de cada pulso. 

Y ahora fijando la cuarta. 

A continuación mostramos un ejercicio con superposición de ciclos de semicorcheas sobre un compás de 4/4 donde las palmas realizan el desplazamiento ascendente en una secuencia 4, en tanto que la voz realiza también un desplazamiento ascendente, pero cuya transición se concreta al cabo de cada vuelta ciclo completo de desplazamiento de las palmas (cada cuatro compases). La voz puede expresar su función utilizando el fonema “Tha”. 

Veamos el mismo ejercicio pero ahora realizando el desplazamiento descendente.

Desde ya, la secuencia podría ser la presentada, es decir la secuencia 4, pero también podremos realizar la práctica siguiendo la secuencia 3, 2 o 1, o bien proponernos hacer un ejercicio que las englobe a todas de manera continuada. La duración y complejidad de las rutinas es variable. Lo importante siempre es tener muy clara la lógica del ejercicio que iremos a realizar como un todo, de manera que esta noción nos permita visualizar mentalmente el desarrollo de los diferentes ciclos puestos en funcionamiento, y de esta manera anticipar las transiciones de nuestros movimientos, que buscamos que se sinteticen con esa conciencia en el gesto y en la escucha. 

A modo de recapitulación sobre el material expuesto en esta vivencia quisiera reflexionar sobre la idea de que el proceso de independencia rítmica busca que a través del trabajo de coordinación aquello que en un primer momento funciona como una exteriorización pueda, eventualmente, pasar a un plano de escucha interior en el cual podamos reconocer los diferentes planos de pulsación, división y subdivisión sin la necesidad de decirlos o ejecutarlos. Sonarán como una referencia interna haciéndose presentes y conectados con la percepción/ejecución, no dependiendo de una exteriorización propia y/o referencia externa. Diferenciamos un trabajo de reconocimiento de los diferentes planos con la acción de ponerlos en diálogo. En definitiva, siempre estamos interpelando el punto de partida (la caja). Considero que cuando logramos que estos puntos se encuentren activos constantemente, estamos aportando a nuestra capacidad para reconocer cómo éstos se relacionan entre sí en un tipo de vínculo orgánico, siendo cada elemento parte de una totalidad. 

Seleccionar Divisa
Scroll al inicio
Ir arriba